La educación es un proceso eminentemente social de todo país, en la cual el contexto del desarrollo económico y social de un país se convertirá en el eje central y generador de los cambios que deben darse en un diseño curricular educativo de un país, el cual mantendrá un equilibrio y equidad de todos los actores que forman parte del mismo y en atención a un contexto real que se transforma contantemente. Los cambios actuales, donde la globalización ha formado un papel importante en la educación de todo el mundo, nos exige como país estructurar y llevar acabo nuevos cambios a las ofertas educativas en todos los niveles.
A pesar de los grandes esfuerzos que han realizado las administraciones pasados y las actuales de nuestro gobierno, por llevar a los lugares distantes y de difícil acceso de nuestro país, esta educación no llega de manera uniforme y con la mejor calidad. Situación que es preocupante para nuestra actualidad ya que es un deber del estado ofrecerla y un derecho de la población de obtenerla, para mejorar su calidad de vida, permitiéndole aportar al desarrollo del país.
Nuestro sistema educativo en todos los niveles, no se escapa de esta realidad, actualmente se hacen estos intentos de transformación que son positivos para la población pero no llega de igual calidad a toda. La educación en estas zonas es limitada y la esperanza de los pobladores de lograr una mejor educación se desvanece, y en algunos casos llevándolos a la pobreza, deserción, delincuencia, al narcotráfico.
A pesar de que la educación es un deber del estado y que debe llegar a toda la población de la misma calidad, estas regiones no cuentan con recursos tecnológicos ni las mejores infraestructuras educativas que sirven como medio en lograr un mejor proceso de enseñanza y aprendizaje.
Nuestro sistema educativo debería adoptar como alternativa la objetividad y beneficios de la educación distribuida, es una modalidad pensada para estudiantes que, además de aspirar a alcanzar un título académico, se encuentran en lugares distantes, trabajan y no disponen de tiempo ni recurso económico para asistir a clases todos los días. La educación distribuida también resultaría una alternativa enriquecedora como recurso didáctico metodológico en el proceso educativo, en la actualidad se hacen planes de transformación curricular pero la realidad de las aulas de muchos centros educativos en estas áreas apartadas no cuenta con las condiciones ni los recursos que puedan llevarlos a lograr un aprendizaje por competencia. El enfoque por competencia va mas haya de nuestro contexto real y del ideal, donde solamente una población especifica se beneficia de esta calidad y no hay una equidad educativa donde perdure la calidad en todo el territorio nacional como lo establece la constitución.
La educación de todo país debe facilitar activamente el acceso a la misma en todos sus niveles y de la misma calidad, a todos los miembros de grupos específicos, como los pueblos indígenas, los miembros de minorías, culturales y lingüísticas, de grupos desfavorecidos, de pueblos que viven en situación de ocupación y personas que sufren discapacidades, (Articulo 3. Igualdad de acceso, conferencia de docencia superior. Paris 1998). Las instituciones en Panamá, encargadas de llevar la mejor educación a todos los niveles, deben reflexionar y ver la educación no solo como un negocio o beneficio político, sino como una necesidad social que no solo está en esta región de Panamá, sino en muchas regiones apartadas y olvidadas por nuestros gobernantes.
Crear nuevos entornos pedagógicos, que van desde los servicios de educación a distancia hasta los establecimientos y sistemas “virtuales” de enseñanza. (Articulo 12. Conferencia Mundial, París 1998). Resultaría una forma de lograr esos sueños de superación académica, también crear programas de apoyo económico para el logro de los mismos, sería una alternativa para las instituciones educativas, de llegar a cumplir con esta misión, en todas las regiones distantes de nuestro país.
La financiación de la educación requiere recursos públicos y privados. El estado conserva una función esencial en esa financiación. La financiación pública de la educación refleja el apoyo que la sociedad presta a esta última y se debería seguir reforzando a fin de garantizar el desarrollo de estos niveles de enseñanza, de aumentar su eficacia y de mantener su calidad y pertinencia.
(Bibliografía): " Conferencia de docencia superior. Paris, 1998"
Biografía: Mgter. Raúl Archibold Suárez
Docente con experiencia en el área industrial (Electricidad) y de la Educación, posee algunas especialidades en el área de Post Grado en Docencia Superior, Maestría en Educación con énfasis en Administración de Centros Educativos, Maestría en Educación con Énfasis en Investigación, Maestría en Educación con Especialización en Currículum, egresado de la Universidad de Istmo y actualmente cursando el Doctorado en Educación con Énfasis en Investigación - UDI Panamá.
“Al servicio de un mejor Panamá”.
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